Un sistema de gestión viene a ser una herramienta clave para lograr optimizar los recursos de cualquier Organización.
Y justamente por ello se habla de valor estratégico, ya que logra reducir costos y mejorar la productividad. Un sistema de gestión tiene la capacidad para reportar datos en tiempo real, lo que conlleva a tomar decisiones certeras para corregir fallos y prevenir la aparición de gastos innecesarios.
¿Dónde aplicar un sistema de gestión?
Un sistema de gestión está especialmente recomendado para cualquier tipo de Organización o actividad orientada a la producción de bienes o servicios.
Gracias a este tipo de soportes, la gerencia empresarial puede focalizar la atención a aquellas cuestiones que no se pueden automatizar. Es lo más apropiado para experimentar un crecimiento exponencial de una empresa.
La importancia de una gestión estratégica
La gestión estratégica es la encargada de conducir a la empresa a un futuro prediseñado, lo que implica que la misma debe influir directamente en el cumplimiento de los objetivos establecidos.
Estas relaciones que se producen entre los factores de éxito que se manifiestan dentro de las perspectivas que comprende la gestión estratégica, representan aquellas situaciones, positivas y negativas por las que suele atravesar toda empresa en algún momento de su camino.
Por lo cual es importante considerar que la gestión estratégica en una empresa es la clave para que la misma pueda lograr un nivel de éxito en su entorno competitivo. Es decir, es una herramienta fundamental en la gestión y administración de empresas.
¿Qué es un valor estratégico?
Todo lo que pueda aportar una ventaja competitiva consistente podría traducirse en un valor estratégico de la empresa.
Existe un número casi infinito de factores que podrían considerarse valores estratégicos. Unos son más estables y universales mientras otros tienen un carácter más bien situacional. Por lo tanto, para su buen uso, la organización debe concentrarse en una lista de valores reducida, que transmitan el mayor impacto sobre su futuro.
Valores destacados
- Excelencia operacional
Ser excelente, ágil y confiable en los procesos se constituye en un valor estratégico para la mayoría de las instituciones. Aquí es donde se amolda a la perfección el buen uso de un sistema de gestión confiable y útil, para delinear el cumplimiento de objetivos empresariales. - Capacidad de aprendizaje
La capacidad de aprender de las situaciones que se cruzan en el camino, donde toda la empresa logra cuestionarse y replantear sus supuestos, es una de las cualidades más destacadas y necesarias para conducir a la empresa a buen puerto.
- Atención a los Recursos Humanos
Es fundamental entender que las personas son el recurso más importante. Sólo así se logra asumir su desarrollo y bienestar total. Este valor puede tener un carácter marcadamente estratégico para las organizaciones que operan fundamentalmente con el capital intelectual de su gente. - Compromiso con el cliente
Este valor implica una posición de compromiso total. Nada es más importante y todo puede esperar si se trata de atender a un cliente. - Ética y calidad
Es importante dar una imagen que denote transparencia, sinceridad, compromiso y calidad. - Innovación
Es un valor que tiene asociados altos costos y riesgos. Implica adelantarse a la competencia y estar dispuestos a experimentar con ideas no comprobadas. - Fortalecimiento de imagen
Este valor conlleva ciertos gastos en concepto de publicidad, promociones y relaciones públicas. Y se vuelve clave cuando es importante para la empresa ser identificada por sus rasgos distintivos o liderazgo. - Seguridad y compromiso ambiental
Valores de extrema importancia para las industrias con fuerte impacto en el medio ambiente, ya sea a través de sus productos o procesos. - Estructura organizativa
La valoración de una estructura abierta y descentralizada, puede tener en algunas empresas un verdadero peso estratégico.
En resumidas cuentas, los valores estratégicos son el respaldo cultural de todas las decisiones y acciones empresariales. Y son la clave para conducir a la empresa hacia los destinos previamente delineados.
