En un mundo interconectado como el nuestro, las ventajas de hacer posible un e-commerce son muchas; pero también existen amenazas online que pueden traer consecuencias serias y afectar significativamente el éxito general del negocio.
Y no sólo este tipo de fraudes repercuten directamente sobre la reputación del dueño de la tienda online, sino también que incide muchísimo sobre el bolsillo del cliente estafado.
Por eso, sea que estés del lado del vendedor, o del otro lado del mostrador, los peligros acechan a ambos. Veamos cómo:
Principales riesgos del e-commerce
Phishing
Bajo este método, el estafador en línea engaña al usuario mediante un correo spam a través de una página que aparentemente es de confianza. Este tipo de estafa es muy frecuente, por lo que como usuario de Internet hay que estar muy atentos a estas trampas delictivas.
Robo de identidad
Este es otro tipo de operación fraudulenta por la que se sustraen datos personales, ya sea de contraseñas, nombres de usuario, o números de tarjetas de crédito, para usarlos con fines delictivos.
Fraude amistoso
En este caso, el vendedor online recibe y concreta una compra aparentemente normal, sólo que acto seguido se la devuelven. ¿Cómo se explica esto?; fácil, el cliente estafador declara la compra como fraudulenta en su banco, aunque en realidad haya sido él mismo quien ideara la trampa para quedarse con el producto sin desembolsar un peso.
Account takeover
En este caso, el engaño se produce al obtener datos de un usuario o un cliente y tomar el control de su cuenta, cambiando la dirección postal o el número de teléfono para poder realizar el fraude online.
Reshipping
Un defraudador compra en un comercio online con una tarjeta robada y utiliza personas que recibirán la mercancía a cambio de una comisión, para evitar ser descubiertos.
Triangulación nociva
El cliente compra un producto a través de una tienda online pirata (el cliente desconoce que es un establecimiento ilegal) y ésta, que no dispone del artículo, se lo encarga a un comercio electrónico legal mediante una tarjeta robada.
¿Cómo proteger un negocio e-commerce del fraude?
Si bien todas estas amenazas a la seguridad son graves y potencialmente dañinas, hay una serie de medidas preventivas que se pueden implementar para minimizar el riesgo de fraude en un negocio online:
- Mantener una base de datos
Es importante llevar un control de las operaciones y datos de los clientes de la página web para hacer un seguimiento de comportamiento y de operaciones sospechosas. - Chequear la información
Todas las tarjetas de crédito tienen un departamento de investigación que puede ayudarte a consultar las operaciones realizadas en la tienda online en cuestión. Esto hay que aprovecharlo.
A través de esta opción, tendrás la posibilidad de consultar datos, esperar confirmaciones, y pedir, dentro de lo posible, teléfonos de contacto para tener un trato más personal.
- Exigir direcciones de facturación
Es importante exigir y asegurarse de que la dirección de entrega sea válida. Para corroborarlo podrás dirigirte a los departamentos de fraude, o investigación, de las tarjetas de crédito.
Si las direcciones de facturación y envío no coinciden, podría tratarse de una señal de alerta.
- Intuición y sentido común
Es importante estar atentos también al tipo de pedidos que hacen los presuntos clientes, en cuanto a cantidad, variedad, horario de compra.
También es bueno atender a los intentos de pagos rechazados, o multiplicidad de tarjetas utilizadas por un mismo individuo para concretar una compra.
Para concluir, podríamos decir que, lejos de caer en la paranoia, conviene estar bien atentos a las operaciones online. No es cuestión de desconfiar de todos los clientes que compren con tarjeta de crédito, pero más vale siempre estar prevenidos.
