¿Están seguros nuestros datos empresariales?

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El auge de la sociedad de la información ha incorporado a la realidad una serie de herramientas útiles en todos los ámbitos de la vida.

No sólo a nivel personal, sino también en el ámbito empresarial. Hoy en día cualquiera tiene la posibilidad de compartir en tiempo real datos de todo tipo, y realizar operaciones vía Internet que conllevan a una vida cotidiana más cómoda.

Sin embargo, la misma sociedad de la información que todo lo hace más liviano, a su vez, ha creado una gran cantidad de amenazas que pueden afectar a todas estas facilidades.

Se trata de una serie de conductas que posibilitan el secuestro de todos esos datos e informaciones en beneficios de terceros. Situación que sólo puede ser amparada mediante la ciberseguridad.

¿Cómo asegurar nuestros datos empresariales?

La seguridad de datos hace referencia a todos aquellos mecanismos digitales que se instauran para evitar las injerencias no deseadas. Además, supone la previsión de la posibilidad de la corrupción o pérdida de los datos, y su consecuente recuperación.

En definitiva, la seguridad de datos dentro de una empresa, contempla todas aquellas medidas específicamente orientadas a la salvaguarda de la privacidad en el contexto digital.

Herramientas de protección

Una vez examinado el contenido del concepto de seguridad de la base de datos empresarial, será la hora de analizar los medios adecuados para la efectividad y consecución del fin planteado.

En este sentido, vamos a enumerar algunas medidas bien conocidas, y otras no tanto, que vienen a cumplir con el objetivo primordial de garantizar la protección de los datos empresariales:

  • Encriptación:  consiste en la protección de los datos y archivos a través de un código específico, por lo que se precisa una clave concreta para su legibilidad.
  • Firewalls o cortafuegos: permiten evitar las intrusiones a través de Internet mediante determinados patrones que bloquean el acceso a las redes de usuarios que no estén autorizados.
  • Análisis de vulnerabilidades: se basa en la evaluación del sistema y detección de todos aquellos elementos que puedan resultar vulnerables a ataques o intrusiones de terceros.

Se trata de anticipar el ataque y señalar los elementos endebles a fin de fortalecerlos para que soporten cualquier intromisión posterior.

  • Pruebas de intrusión: persiguen la detección de intrusiones posibles a través de la ejecución de procesos destinados a la interrupción de las aplicaciones, las redes, o los servidores que se puedan ver afectados.
  • Conexiones cifradas: hacen referencia a la utilización en Internet de páginas con algún protocolo cifrado que permita garantizar la seguridad de los datos que se transmiten, como lo son los HTTPS.
  • Prevención de pérdida de datos (DLP): es una estrategia para asegurarse de que los usuarios finales no envíen información sensible o crítica fuera de la red corporativa.

Además de estas, hay otro tipo de medidas, como por ejemplo, la realización de respaldos frecuentes de la información; la utilización de servidores virtuales (VPS); contar con sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS); o la aplicación de filtros de contenido.

Uno de los instrumentos más útiles para la salvaguarda de la información empresarial consiste en el uso de algún tipo de software de facturación online, el cual no sólo permite la simplificación del propio proceso de facturación, sino que también facilita el acceso, con verdadera inmediatez, a todos los datos necesarios por parte del cliente o de la propia administración.

Y como ventaja primordial, garantiza en gran medida la seguridad jurídica al tratarse de certificados electrónicos regidos por la ley.

En definitiva, si bien la proliferación de las nuevas tecnologías y las formas de administración han contribuido a la sociedad en general, resulta imprudente no prestar atención a la ciberseguridad; y, en concreto, a la seguridad de la base de datos de la empresa.

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