¿Cómo fijar el precio de mis servicios profesionales?

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Una de las cosas más difíciles al entrar en el mundo de los profesionales independientes, es determinar cuánto cobrar por los servicios que se ofrecen.

Se empiezan a entrecruzar distintos factores, y si no se está bien ocupado en el tema del precio, puede caerse en errores como cobrar honorarios más baratos por obtener un cliente.

Esto último es un error garrafal, ya que obliga al mercado a ahogarse en precios mínimos, que no representan el valor real del servicio prestado. Son muchos los trabajos que se pueden hacer de manera independiente, y aunque son bien disímiles entre sí, existen unos recursos para medirlos, haciendo hincapié en que cada profesional sabe cuánto vale y cuánto puede ofrecer.

Si te sentís identificado con todo esto, te vamos a dejar unos tips para disipar todo tipo de dudas, y para que tengas la certeza de cuánto debés cobrar por tus servicios profesionales:

Ponete un precio

Claramente esto no lo vas a encontrar en ninguna lista comparativa como si fueras un producto de supermercado. El tema es bastante más complicado, pero medible al fin.

Poder imponer una tarifa global para cualquier servicio es imposible, dado que para cada tarea se puede tener una mayor o menor experiencia, un acotado o vasto conocimiento, y estudios acordes al trabajo en cuestión.

Entonces, para poder ponerte un precio, deberás definir cuánto querés ganar al mes, teniendo en cuenta variables como tu experiencia y estudios, las cuales pueden ampliarte el horizonte para establecer tus tarifas.

Establecé un valor por hora

En base a lo anterior, podrás definir una tarifa por hora que te permita tener un mejor margen de maniobra a la hora de ofrecer tus servicios en el mercado.

La forma más sencilla es saber cuál es el salario de una persona que realiza el mismo trabajo en una empresa. Ese monto habrá que dividirlo por los días laborales del mes, y ese resultado por la carga horaria diaria. Esa será la primera aproximación de lo que cobra por hora una persona que hace el mismo trabajo y está en relación de dependencia.

Definí tu rentabilidad

Ahora que tenés una primera aproximación, deberás asegurarte de que tu tarifa escogida cubra los gastos.

Estamos hablando de seguros, alquiler de una oficina, impuestos y servicios, tiempos muertos y también tiempos no facturables, como el que le tenés que dedicar a la promoción de tus servicios, y el que deberás destinar a la administración por ejemplo.

Analizá el mercado

Analizar el mercado te brindará un mayor horizonte en materia de servicios profesionales y, en consecuencia, te permitirá aumentar el nivel de certeza sobre cómo cobrar por tu trabajo.

Para llevar a cabo tu análisis, conversá con colegas de confianza, o con los mismos clientes, ya que muchas veces son ellos quienes comentan lo que le presupuestaron o pagaron por un trabajo similar. Es momento de moverse, preguntar, e indagar para sacar el mejor provecho de tus horas trabajadas.

Hacé la diferencia con tu punto fuerte

Existen profesiones con amplios campos de especialidades. Cada profesional en particular tiene sus puntos fuertes, donde sentirse “como pez en el agua”.

Es ahí donde hay que poner el foco, y ofrecer toda la experiencia y conocimiento para que el valor se vea aún más fortalecido.

Esto, simplemente y afortunadamente, potenciará tu diferencial, ya que nada más satisfactorio que hacer lo que te gusta y recibir un dinero por ello. La calidad de tu trabajo, una vez encaminado, será sin dudas referenciado por los demás.

Por eso, el mejor consejo siempre será enfocarse, buscar los puntos fuertes y zambullirse en la experiencia de ofrecer lo mejor para poder encontrar la retribución adecuada.

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