5 miedos que persiguen a directivos jóvenes

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Hacer carrera en una empresa y llegar a un puesto directivo a mediana edad, puede causar algún temor a quien responda a ese mandato.

Es que existen prejuicios y situaciones que hacen que el directivo joven se ponga más en alerta, y se escude para no sentirse amenazado por su entorno.

Es un tema bastante complejo, ya que un directivo no puede permitirse mostrar miedo en ninguna circunstancia. Mostrar debilidad puede jugarle muy en contra. Sin embargo, a los más novatos les cuesta reprimir estos sentimientos, y manejar ciertas emociones les genera bastantes complicaciones a la hora de actuar.

Vamos a ver a continuación cuáles son los cinco principales miedos de los que deben huir los directivos jóvenes.

1. Incapacidad

Un temor que persigue a prácticamente todos los directivos novatos es el prejuicio de los demás trabajadores de la empresa acerca de su capacidad. Los persigue el miedo a que crean que no están lo suficientemente capacitados y, por lo tanto, que son incapaces.

Este temor va unido al miedo a que los subordinados se burlen de sus debilidades y carencias profesionales, ya que éstas pueden llegar a evidenciarse en algún momento.

2. Rechazo

Otro miedo común es el de sentirse rechazados, ya sea por otros directivos o por los subordinados. A causa de este temor, algunos directivos se sienten incapaces de comunicar los problemas de acción a su equipo trabajo.

3. Pérdida de autoridad y poder

Por supuesto, también hay muchos directivos novatos que tienen miedo a perder la autoridad y el poder dentro de la empresa. Por eso, algunos caen en el error de adoptar una actitud extremadamente autoritaria.

Sin embargo, el buen líder es el que logra guiar e inspirar a los trabajadores, y no obligarlos a seguir sus órdenes por miedo a represalias. Por lo que la decisión de mostrarse autoritario lo único que va a lograr es dificultar aún más su camino como jefe.

4. Delegar

Otro miedo de los directivos novatos es el de delegar, ya sea porque se trata de personas demasiado perfeccionistas, porque no tienen paciencia, porque no confían en los demás o, simplemente, porque les gusta hacer ellos mismos el trabajo.

Sin embargo, para desempeñarse de forma eficaz, los directivos sí o sí deben delegar responsabilidades entre los miembros de su equipo, y tener el talento de saber a quién asignarle tal o cual tarea.

5. Fracaso

Lo que debe hacer un directivo para superar este miedo es concentrarse en todo lo que puede salir bien y no al revés.

Consecuencias

Como consecuencia de todos estos miedos, el directivo tiende a cerrarse en sí mismo al no poder mostrarse cómo es realmente, ni reconocer su vulnerabilidad ante los demás.

Esta imposibilidad de reconocer su propia vulnerabilidad, a su vez, lo conduce a una actitud por demás paranoica, que le impide confiar en su entorno laboral.

Cómo salir adelante frente a tales miedos

Un directivo que lleva mucho tiempo actuando controlado por sus propios miedos necesita construir nuevos patrones de comportamiento que le permitan dar un paso hacia la confianza.

La vía que le va a permitir salir de este círculo vicioso es la confianza hacia sí mismo y hacia sus subordinados, lo que es mucho más rentable que el control.

De ahí a que se haga indispensable un trabajo real con las barreras y miedos del directivo para poder avanzar en su desarrollo, lo que se puede lograr con intervenciones de coaching, o dentro de un proceso de formación que permitan al líder reconocer, aceptar y cambiar los comportamientos que lo limitan.

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